El actual casco viejo representa con exactitud cómo era villa medieval, en tiempos en los que Bermeo llego a ser cabeza del Señorío de Bizkaia. Calles con pendientes irregulares que se entrecruzan forman uno de los cascos históricos más antiguos y grandes de Euskadi.

Las casas más pobres de pescadores contrastaban con los firmes muros de las casas torres que acogían a la nobleza. Fiel ejemplo de ello es la Torre Ercilla. Junto con los palacios y torreones de la nobleza, la arquitectura religiosa era la más importante de Bermeo.

El bonito puerto viejo de Bermeo, lleno de colorido y terrazas, es el lugar ideal para disfrutar de un momento de descanso. Ir de bares y compartir momentos con amigos es una de las costumbres más arraigadas en Euskadi. ​