El conjunto formado por el Árbol y la Casa de Juntas de Gernika es sin duda el símbolo más universal del pueblo Vasco. Un símbolo identitario declarado Bien de Interés Cultural.

En Gernika, durante siglos, ha existido un lugar para la reunión y el encuentro de todos los pueblos de Bizkaia.

Al cobijo de un roble, se celebraban las asambleas, se debatía y se solucionaban problemas. También bajo este árbol, se juraba respetar las libertades vascas (fueros) antes de tomar posesión del cargo de Señor de Bizkaia. En la actualidad, el Lehendakari también jura su cargo en este lugar.